La disfunción eréctil o impotencia es la incapacidad para mantener o alcanzar la erección el tiempo suficiente durante la relación sexual. Algunas de las causas más comunes de la impotencia son enfermedades como la diabetes, el colesterol alto, problemas cardiovasculares o hipertensión. Otras causas de la impotencia están vinculadas con malos hábitos de vida, estrés, tabaco, alcohol, etc. Suele afectar a hombres con edad adulta, aunque también hay numerosos jóvenes que la padecen. Este problema no sólo le provoca a la persona que lo padece una baja autoestima y falta de confianza, sino que también la lleva a sentir miedo en las relaciones sexuales frente al temor de que ésta se convierta en un fracaso.

A lo largo de la vida sexual del hombre, es normal que alguna vez experimente algún problema de impotencia. Generalmente suele ser ocasional, por lo que no debe preocuparse. El problema viene cuando la impotencia se repite de forma constante. En este caso ya se trataría de un tema más serio, siendo necesario consultarlo con su médico.

Afortunadamente, a día de hoy hay muchas soluciones para la impotencia. Entre ellas encontramos dos tipos: soluciones naturales y aquellas con prescripción médica. Es importante que antes de seguir cualquier tratamiento su médico le realice un estudio para determinar cuál es la causa que está provocando la impotencia. Una vez determinada, ya se podrá aplicar el tratamiento más conveniente según su caso o situación. Para realizar el diagnóstico médico, en primer lugar es necesario realizar una entrevista con el paciente para ver si el origen es psicológico o físico. A veces es necesario realizar análisis de sangre y de orina (para descartar la diabetes, que es otro de los factores de riesgo que pueden provocar impotencia) o exámenes físicos. Cada vez son más los hombres que recurren a utilizar productos como Viapro y V-RX V, hechos a base de ingredientes 100% naturales.